Es un trastorno de ansiedad en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) o comportamientos repetitivos e indeseables que los impulsan a hacer algo (compulsiones).
Con frecuencia, la persona se comporta de cierta manera para librarse de los pensamientos obsesivos, pero esto sólo brinda alivio temporal. El hecho de no llevar a cabo los rituales obsesivos puede causar una enorme ansiedad.
Neurosis obsesiva-compulsiva; TOC
El trastorno obsesivo-compulsivo es más común de lo que alguna vez se pensaba y la mayoría de las personas que lo desarrollan muestra síntomas hacia la edad de 30 años.
Hay varias teorías acerca de la causa del trastorno obsesivo compulsivo, pero ninguna ha sido confirmada. En algunos informes, este trastorno se asocia con un traumatismo craneal o con infecciones. Algunos estudios han mostrado que hay anomalías cerebrales en pacientes con este trastorno, pero se requiere de más investigación.
Aproximadamente el 20% de las personas con este trastorno presenta tics, lo que sugiere que la afección puede tener relación con el síndrome de Tourette, pero este vínculo no es claro.
Hay muchos tipos de obsesiones y compulsiones. Los ejemplos abarcan:
La persona generalmente reconoce que el comportamiento es excesivo o irracional.
Su propia descripción del comportamiento puede ayudar a diagnosticar el trastorno. Un examen físico puede descartar causas físicas y una evaluación psiquiátrica puede descartar otros trastornos mentales.
Los cuestionarios, como la Escala Obsesivo Compulsiva de Yale-Brown (Yale-Brown Obsessive Compulsive Scale,YBOCS), pueden ayudar a diagnosticar este trastorno y hacerle un seguimiento al progreso del tratamiento.
El trastorno obsesivo compulsivo se trata utilizando medicamentos y terapia.
El primer medicamento que se considera usualmente es un tipo de antidepresivo llamado inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina (ISRS). Estos medicamentos abarcan:
Si un antidepresivo ISRS no es efectivo, el médico puede prescribir un tipo de antidepresivo de la vieja generación llamado antidepresivo tricíclico. La clomipramina es uno de estos y es el medicamento más antiguo para el trastorno obsesivo compulsivo. Por lo regular funciona mejor que los antidepresivos ISRS en el tratamiento de esta afección, pero puede tener efectos secundarios desagradables, como:
En algunos casos, se pueden combinar la clomipramina y un ISRS. Otros medicamentos, como los antipsicóticos atípicos en bajas dosis (incluyendo risperidona, quetiapina, olanzapina or ziprasidona), han demostrado que sirven. Las benzodiazepinas pueden ofrecer algún alivio para la ansiedad, pero por lo general sólo se usan con los tratamientos más confiables.
La terapia cognitiva conductista (TCC) ha demostrado que es el tipo de psicoterapia más efectiva para este trastorno. El paciente es expuesto muchas veces a una situación que desencadena los pensamientos obsesivos y aprende gradualmente a tolerar la ansiedad y resiste la urgencia de llevar a cabo el acto compulsivo. Se considera que la medicación y la TCC son mejores que cualquier tratamiento solo para reducir los síntomas.
La psicoterapia se puede utilizar para:
El trastorno obsesivo-compulsivo es una enfermedad prolongada (crónica) con períodos de síntomas graves, seguidos de períodos de mejoramiento. Sin embargo, es poco común que se presente un período completamente libre de síntomas. La mayoría de las personas mejora con el tratamiento.
Las complicaciones a largo plazo de este trastorno tienen que ver con el tipo de obsesiones o compulsiones. Por ejemplo, el lavado constante de las manos puede causar ruptura de la piel. Sin embargo, normalmente este trastorno no progresa a otra enfermedad.
Solicite una cita con el médico si sus síntomas interfieren con su vida diaria, el trabajo o las relaciones interpersonales.
No se conoce una forma de prevención para este trastorno.
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