Es una contusión o sangrado dentro del tabique, la parte de la nariz que separa las dos fosas nasales.
Una nariz rota o cualquier lesión del tejido blando en el área pueden causar un hematoma septal. Esto puede ocurrir más a menudo en los niños porque sus tabiques son más gruesos y tienen un revestimiento más flexible que cubre el área.
Una lesión rompe los vasos sanguíneos, permitiendo la acumulación de líquido y sangre bajo el revestimiento.
El médico mirará dentro de la nariz para ver si hay hinchazón en el tejido blando en el área que separa los dos lados de la nariz. La palpación suave con un aplicador o copito de algodón (Q-tip) mostrará que el área es suave y se puede presionar. El tabique nasal normalmente es delgado y rígido.
El médico drenará inmediatamente la sangre, haciendo una pequeña incisión en el revestimiento sobre el hematoma. Una vez que la sangre se extrae, se coloca gasa o algodón dentro de la nariz.
Si esta lesión se trata de manera rápida, usted puede sanar por completo.
Si usted ha tenido el hematoma durante mucho tiempo, puede infectarse y doler. Asimismo, usted puede desarrollar un absceso del tabique y fiebre.
Un hematoma septal sin tratamiento puede llevar a un agujero en el área que separa las dos fosas nasales. Esto puede causar congestión nasal o el área puede colapsar, provocando una deformidad llamada nariz en silla de montar.
Cualquier lesión de la nariz que ocasione congestión nasal o dolor puede convertirse en un hematoma septal. Usted debe consultar con el médico, quien la remitirá donde un otorrinolaringólogo. El tratamiento por parte de este tipo de especialista puede hacerse en un consultorio médico.
Aunque la prevención de la lesión puede no ser posible, el reconocimiento y tratamiento a tiempo prevendrán complicaciones y permitirán que el tabique sane apropiadamente.
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