Disfunción sexual orgásmica; Anorgasmia; Excitación sexual inhibida
La disfunción orgásmica se presenta cuando una mujer no puede alcanzar el orgasmo o tiene dificultades para alcanzarlo cuando está sexualmente excitada.
CAUSAS, INCIDENCIA Y FACTORES DE RIESGO
La afección se denomina disfunción orgásmica primaria cuando una mujer nunca ha tenido un orgasmo y es el caso que se da en el 10 al 15% de las mujeres. Se denomina disfunción orgásmica secundaria cuando una mujer ha tenido al menos un orgasmo en el pasado, pero actualmente es incapaz de lograr uno. Las encuestas sugieren que del 33 al 50% de las mujeres están insatisfechas con la frecuencia de sus orgasmos.
Muchos factores pueden contribuir a la disfunción orgásmica, como:
PREVENCIÓN
La educación sobre la respuesta y la estimulación sexual, al igual que una actitud saludable hacia el sexo minimizará los problemas.
Las parejas que se comunican claramente sus necesidades y deseos sexuales, ya sea en forma verbal o no, experimentarán disfunción orgásmica con menos frecuencia.
También es importante darse cuenta de que la respuesta sexual es una coordinación compleja de mente y cuerpo y que ambos necesitan estar funcionando bien para que se dé el orgasmo.
SÍNTOMAS
El síntoma de la disfunción orgásmica es la incapacidad para alcanzar un orgasmo, tomando más tiempo de lo que la persona desea para lograrlo o teniendo únicamente orgasmos insatisfactorios.
SIGNOS Y EXÁMENES
Es necesario elaborar una historia clínica completa y llevar a cabo un examen físico, pero los resultados casi siempre son normales. Si el problema comenzó después de iniciar un medicamento, esto se debe discutir con el médico que lo prescribió. Un especialista calificado en terapia sexual puede ayudar.
TRATAMIENTO
El tratamiento puede involucrar educación, terapia conductual cognitiva, enseñanza de la forma de obtener orgasmos enfocándose en estimulación agradable y masturbación dirigida.
La mayoría de las mujeres requiere estimulación del clítoris para alcanzar un orgasmo y la incorporación de este aspecto en la actividad sexual puede ser todo lo que se necesita. Si esto no resuelve el problema, enseñarle a la mujer a masturbarse puede ayudarla a comprender lo que necesita para excitarse sexualmente.
Una serie de ejercicios de pareja para practicar comunicación, estimulación más efectiva y un jugueteo pueden ayudar. Si las dificultades en la pareja juegan un papel, el tratamiento puede incluir un entrenamiento en comunicación y un trabajo de mejoramiento de la relación.
Los problemas médicos, los nuevos medicamentos o la depresión sin tratamiento pueden necesitar evaluación y tratamiento para que la disfunción orgásmica mejore. El papel de los suplementos hormonales en el tratamiento de la disfunción orgásmica es muy polémico y los riesgos a largo plazo siguen siendo inciertos.
Si se están presentando otras disfunciones sexuales (como la falta de interés y el dolor durante la relación sexual) al mismo tiempo, éstas necesitan abordarse como parte del plan de tratamiento.
EXPECTATIVAS (PRONÓSTICO)
Las mujeres tienden a tener mejores resultados con tratamiento si su disfunción orgásmica se debe a otra afección. Las mujeres con disfunción orgásmica que no se debe a otra afección tienen mejor pronóstico cuando el tratamiento involucra el aprendizaje de técnicas sexuales o un método llamado desensibilización, el cual gradualmente suspende la respuesta que causa falta de orgasmos. La desensibilización es útil para las mujeres con ansiedad sexual significativa.
El mejoramiento de la función orgásmica normalmente está asociado con el hecho de estar emocionalmente saludable y tener una relación afectiva y amorosa con una pareja.
COMPLICACIONES
Cuando el sexo no se disfruta, se puede convertir en un deber en vez de una experiencia íntima, placentera y mutuamente satisfactoria. Cuando la disfunción orgásmica continúa sucediendo, el deseo sexual generalmente disminuye y a la larga el sexo ocurre con menos frecuencia. Esto puede crear resentimientos y conflictos en la relación.
Goldwin I. Urologic management of women with sexual health concerns. In: Wein AJ, ed. Campbell-Walsh Urology. 9th ed. Philadelphia, PA: Saunders Elsevier; 2007:chap 28.
Katz VL, Lentz GM, Lobo RA, Gershenson DM, eds. Comprehensive Gynecology. 5th ed. Philadelphia, PA: Mosby Elsevier; 2007:chap 101.
Kronenberg HM, Melmed S, Polonsky KS, Larsen PR, eds. Williams Textbook of Endocrinology. 11th ed. Philadelphia, PA: Saunders Elsevier; 2008:chap 19.
Clayton AH, Hamilton DV. Female sexual dysfunction. Psychiatr Clin North Am. 2010 Jun;33(2).