Es un número anormalmente bajo de glóbulos blancos. Estas células, llamadas neutrófilos, ayudan al cuerpo a combatir las infecciones. Este artículo aborda la neutropenia en recién nacidos.
Los glóbulos blancos se producen en la médula ósea y son liberados en el torrente sanguíneo y viajan a cualquier parte donde se los necesite. Los bajos niveles de neutrófilos se presentan cuando la médula ósea no puede reemplazarlos de una manera tan rápida como se necesita.
En los bebés, la causa más común es una infección. Una infección muy grave puede provocar que los neutrófilos se agoten rápidamente y también puede impedir que la médula ósea produzca más neutrófilos.
Algunas veces, un bebé que no está enfermo tendrá un conteo bajo de neutrófilos sin razón alguna. Algunos trastornos en la madre embarazada, como la preeclampsia, también pueden llevar a que se presente neutropenia en los bebés.
En casos raros, las madres pueden tener anticuerpos contra los neutrófilos de sus bebés. Estos anticuerpos cruzan la placenta antes del nacimiento y provocan que las células del bebé se descompongan (neutropenia aloinmunitaria). En otros casos muy poco frecuentes, un problema con la médula ósea del bebé puede llevar a la disminución en la producción de glóbulos blancos.
Se enviará una pequeña muestra de sangre del bebé al laboratorio para realizar un conteo sanguíneo completo (CSC) y una fórmula leucocitaria. Un CSC revela el número y tipo de células en la sangre, mientras que la fórmula leucocitaria ayuda a determinar el número de diferentes tipos de glóbulos blancos presentes en una muestra de sangre.
Se debe identificar y tratar la fuente de cualquier infección.
En muchos casos, la neutropenia desaparece por sí sola a medida que la médula ósea se recupera y comienza a producir suficientes glóbulos blancos.
En casos excepcionales, cuando el conteo de neutrófilos esté tan bajo que sea potencialmente mortal, se pueden recomendar los siguientes tratamientos:
El pronóstico del bebé depende de la causa de la neutropenia. Algunas infecciones y otras afecciones en los recién nacidos pueden ser mortales. Sin embargo, la mayoría de las infecciones generalmente no causan efectos secundarios prolongados después de que la neutropenia desaparece o recibe tratamiento.
La neutropenia aloinmunitaria también mejorará una vez que los anticuerpos de la madre estén fuera del torrente sanguíneo del bebé.