El cerebro está compuesto de más de mil millones de neuronas. Algunos grupos específicos de ellas, trabajando en conjunto, nos dan la capacidad para razonar, para experimentar sentimientos y para comprender el mundo. También nos dan la capacidad para recordar datos distintos y numerosos.
Los tres componentes principales del cerebro son el cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo.
El cerebro se divide en hemisferios derecho e izquierdo, cada uno con lóbulos frontales, temporales, parietales y occipitales. La corteza cerebral (materia gris) es la parte exterior del cerebro y nos permite realizar las funciones relacionadas con el pensamiento consciente. Las circunvoluciones y los surcos incrementan la superficie del cerebro, lo que nos permite tener una considerable cantidad de materia gris dentro del cráneo. En lo profundo de la materia gris se encuentra la "materia blanca" cerebral. La materia blanca permite la comunicación entre la corteza y los centros bajo y central del sistema nervioso.
El cerebelo se ubica cerca a la base de la cabeza. Crea programas automáticos para que podamos realizar movimientos complejos sin pensar.
El tallo cerebral conecta al cerebro con la espina dorsal y está compuesto por tres estructuras: el cerebro medio, la protuberancia y el bulbo raquídeo. El tallo cerebral nos brinda funciones automáticas necesarias para la supervivencia.
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