Es una afección en la cual una persona está preocupada por las reglas, el orden y el control.
El trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva tiende a darse en familias, así que los genes pueden estar involucrados. La niñez y el medio ambiente de la persona también pueden jugar su papel.
Esta enfermedad puede afectar tanto a hombres como a mujeres, pero se presenta con más frecuencia en los hombres.
El trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva (TPOC) tiene algunos de los mismos síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Sin embargo, las personas con trastorno obsesivo-compulsivo tienen pensamientos indeseables, mientras que las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva creen que sus pensamientos son correctos.
Las personas que tienen tanto el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva como el trastorno obsesivo-compulsivo tienden a ser altamente exitosos y experimentan un sentido de urgencia respecto a sus acciones. Pueden llegar a estar muy molestos si otras personas interfieren con sus rutinas rígidas, pero tal vez no sean capaces de expresar su ira directamente. En lugar de esto, las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva experimentan sentimientos que ellos consideran más apropiados, como la ansiedad o la frustración.
Una persona con este trastorno de personalidad tiene síntomas de perfeccionismo que generalmente comienzan a principios de la edad adulta. Dicho perfeccionismo puede interferir con la capacidad de la persona para completar tareas, debido a que sus estándares son muy rígidos.
Las personas con este trastorno se pueden aislar emocionalmente cuando no son capaces de controlar una situación. Esto puede interferir con su capacidad para resolver problemas y formar relaciones interpersonales estrechas.
Algunos de los otros signos del trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva son, entre otros:
El trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva lo puede diagnosticar un profesional en salud mental experimentado (psiquiatra o psicólogo) con una evaluación. Las pruebas psicológicas que pueden ayudar a diagnosticar esta afección abarcan:
Los medicamentos tales como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (por ejemplo, Prozac) pueden ayudar a reducir algo de la ansiedad y depresión a raíz de este trastorno.
Sin embargo, se piensa que la terapia psicológica (psicoterapia) es el tratamiento más efectivo para esta afección.
En algunos casos, los medicamentos en combinación con psicoterapia pueden ser más efectivos que cualquier tratamiento por separado.
El pronóstico para las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva tiende a ser mejor que el de otros trastornos de la personalidad. La rigidez y el control del trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva pueden prevenir muchas de las complicaciones, como el consumo de drogas, que son comunes en otros trastornos de la personalidad.
Sin embargo, el aislamiento social y la dificultad para manejar la ira que son comunes con esta enfermedad pueden llevar a sentimientos de depresión y ansiedad posteriormente en la vida.
Solicite una cita con el médico si el perfeccionismo está interfiriendo con su trabajo o sus relaciones interpersonales.
Moore DP, Jefferson JW. Obsessive-compulsive personality disorder. In: Moore DP, Jefferson JW, eds. Handbook of Medical Psychiatry. 2nd ed. Philadelphia, Pa: Mosby Elsevier; 2004: chap 142.
First MB. Personality disorders. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Washington, DC:American Psychiatric Association; 2000.