Es una infección bacteriana dolorosa que implica hinchazón (inflamación) y úlceras en las encías (gingiva).
Estomatitis de Vincent; Gingivitis ulceronecrosante aguda
La boca de trinchera es una forma dolorosa de la inflamación de las encías (gingivitis). El término "boca de trinchera" proviene de la Primera Guerra Mundial, cuando el trastorno era común entre los soldados.
La boca normalmente presenta un equilibrio entre diferentes bacterias. La boca de trinchera se produce cuando hay demasiadas bacterias normales en la boca. Las encías se infectan y desarrollan úlceras dolorosas. Los virus pueden estar comprometidos en permitir esta exagerada proliferación de bacterias.
Los riesgos son, entre otros, los siguientes:
Este trastorno es poco común pero, cuando se presenta, afecta con mayor frecuencia a las personas en edades de 15 a 35 años.
Nota: los síntomas tienden a comenzar de forma repentina.
El médico examinará la boca para buscar signos de boca de trinchera como:
Puede haber una película grisácea causada por tejido gingival descompuesto y, en ocasiones, se puede presentar fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos de la cabeza y el cuello.
Se pueden tomar radiografías dentales o faciales para determinar la gravedad de la infección y la cantidad de tejido que ha sido destruida.
Esta enfermedad también se puede analizar por medio un cultivo de muestra faríngea.
Los objetivos del tratamiento son curar la infección y aliviar los síntomas. El médico puede prescribir antibióticos si usted presenta fiebre.
Una buena higiene oral es vital para el tratamiento de la boca de trinchera. Cepíllese los dientes y realice una limpieza con seda dental, con la mayor frecuencia posible, al menos dos veces al día y preferiblemente después de cada comida y al momento de acostarse.
Los enjuagues con agua salada (media cucharadita de sal en una tasa de agua) pueden aliviar el ardor en las encías. A menudo, se recomienda el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), que se utiliza para enjuagar o irrigar las encías, con el fin de eliminar el tejido gingival descompuesto o muerto.
Los calmantes para el dolor (analgésicos) pueden reducir la molestia. Los enjuagues calmantes o agentes protectores pueden reducir el dolor, especialmente antes de comer. En caso de dolor severo, se puede aplicar lidocaína a las encías.
Una vez que las encías estén menos sensibles, se le puede solicitar una visita al odontólogo o a un profesional en higiene oral para una limpieza dental profesional y eliminación de la placa. Igualmente, se puede necesitar limpieza y exámenes dentales regulares y frecuentes hasta que desaparezca el trastorno.
Para evitar que la afección se vuelva a presentar, el médico puede darle instrucciones sobre cómo:
Evite los irritantes, incluyendo el cigarrillo y los alimentos picantes y calientes.
La infección tiende a responder al tratamiento. El trastorno puede ser bastante doloroso hasta que recibe tratamiento. Si la boca de trinchera no se trata o si el tratamiento se retrasa, la infección puede diseminarse a las mejillas, los labios o el maxilar y destruir estos tejidos.
Consulte con el odontólogo si tiene síntomas de boca de trinchera o si se presenta fiebre u otros síntomas nuevos.
Las medidas preventivas abarcan: