Son capas de piel engrosadas causadas por la repetitiva presión o fricción.
Callosidades y callos
Los callos y las callosidades son causados por presión o fricción en la piel. Un callo es piel engrosada que se forma en la parte de arriba o en un lado de un dedo del pie, generalmente por el calzado que no ajusta bien. Una callosidad es piel engrosada en las manos o en las plantas de los pies.
El engrosamiento de la piel es una reacción de protectora; por ejemplo, los granjeros o remeros tienen callosidades en las manos que impiden que desarrollen ampollas dolorosas.
Las personas con juanetes con frecuencia desarrollan una callosidad en el juanete, debido al roce contra el zapato.
Ni los callos ni las callosidades son afecciones graves.
El médico hace el diagnóstico después de observar la piel y en la mayoría de los casos no se requieren exámenes.
Por lo general, el único tratamiento necesario es la eliminación de la fricción. Si el callo es el resultado de un calzado que no ajusta bien, al cambiar el calzado, el callo se elimina al cabo de un par de semanas. Hasta entonces, proteja la piel con parches para callos en forma de dona, disponibles en farmacias. Si lo desea, utilice piedra pómex para desgastar suavemente el callo.
Las callosidades en las manos se pueden tratar generalmente con el uso de guantes durante las actividades que causen fricción, como la jardinería y el levantamiento de pesos.
Si se produce una infección o úlcera en un área de un callo o callosidad, es posible que sea necesario que el médico elimine el tejido dañado y probablemente se requiera un tratamiento con antibióticos.
Las callosidades a menudo reflejan una presión indebida que se ejerce sobre la piel debido a un problema subyacente como los juanetes, por lo que el tratamiento apropiado de la afección subyacente debe prevenir la reaparición de estas callosidades.
Los callos y callosidades rara vez son un problema grave. Si se tratan apropiadamente, deben mejorar sin causar problemas a largo plazo.
Las complicaciones debido a este problema son muy raras. Las personas con diabetes son propensas a úlceras e infecciones y deben examinar regularmente sus pies para identificar estos problemas de inmediato, ya que tales lesiones requieren atención médica.
Revise muy bien los pies si padece diabetes o entumecimiento en los pies o en los dedos de los pies. Si es diabético y nota problemas en los pies, póngase en contacto con el médico.
De otro modo, el simple hecho de cambiar a un calzado que ajuste mejor o usar guantes debe resolver la mayoría de los problemas con los callos y callosidades.
Si sospecha que una callosidad o un callo está infectado o no está mejorando a pesar del tratamiento, contacte al médico. Igualmente, consulte con el médico si se presentan síntomas continuos de dolor, enrojecimiento, calor o secreción.
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