Es un padecimiento por el cual una persona tiene sentimientos persistentes de , a menudo con y falta de autoestima.
La depresión en los ancianos es un problema generalizado, pero no es una parte normal del envejecimiento. Con frecuencia, no se reconoce ni recibe tratamiento.
En los ancianos, muchos cambios en la vida pueden incrementar el riesgo de depresión o llevar a que la depresión existente empeore. Algunos de estos cambios son:
La depresión también puede estar relacionada con un padecimiento físico, como:
El consumo excesivo de alcohol o de determinados medicamentos (como los somníferos) puede empeorar la depresión.
Muchos de los síntomas usuales de depresión se pueden ver. Sin embargo, la depresión en los ancianos puede ser difícil de detectar. Los síntomas como fatiga, inapetencia y problemas para dormir también pueden ser parte del proceso de envejecimiento o de un padecimiento físico. Como resultado, la depresión temprana puede ser ignorada o confundida con otras afecciones que son comunes en los ancianos.
El médico o el personal de enfermería lo examinarán y le harán preguntas sobre su historia clínica y los síntomas.
Los análisis de sangre y orina se pueden hacer para buscar una enfermedad física.
A usted lo pueden remitir a un especialista en salud mental para que le ayude con el diagnóstico y el tratamiento.
Los primeros pasos del tratamiento son:.
Si estas medidas no sirven, los antidepresivos y la psicoterapia ayudan.
Los médicos generalmente prescriben dosis más bajas de antidepresivos para las personas mayores e incrementan la dosis en forma más lenta que en los adultos más jóvenes.
Para manejar mejor la depresión en el hogar, los ancianos deben:
La depresión con frecuencia responde al tratamiento. El pronóstico generalmente es bueno para aquellas personas que tengan acceso a servicios sociales, familiares y amigos que puedan ayudarlos a mantenerse activos y ocupados.
La complicación más preocupante de la depresión es el suicidio.
Los hombres representan la mayoría de los suicidios entre las personas mayores. Los divorciados o viudos están en mayor riesgo.
Las familias deben prestar mucha atención a familiares mayores que estén deprimidos y vivan solos.
Consulte con el médico si siente tristeza, minusvalía o desesperanza persistentes o si llora con frecuencia. Asimismo, consulte si está teniendo dificultad para enfrentar situaciones estresantes en la vida y desea una remisión a donde le puedan ofrecer psicoterapia.
Acuda a la sala de urgencias más cercana o llame al número local de emergencias (como el 911 en los Estados Unidos) si está pensando en cometer suicidio (atentar contra su propia vida).
Si usted está cuidando de un familiar en edad avanzada y piensa que dicha persona podría tener depresión, póngase en contacto con el médico.
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