Es un patrón de comportamiento desobediente, hostil y desafiante hacia figuras de autoridad.
Este trastorno es más frecuente en los niños que en las niñas. Algunos estudios han demostrado que afecta al 20% de los niños en edad escolar; sin embargo, la mayoría de los expertos cree que esta cifra es alta debido a las definiciones culturales cambiantes de lo que es un comportamiento infantil normal y a posibles sesgos o prejuicios raciales, culturales y de género.
Este trastorno se inicia generalmente hacia los 8 años de edad, pero puede empezar incluso en los años del preescolar. Se piensa que el trastorno es causado por una combinación de factores biológicos y psicosociales.
Para encajar dentro de este diagnóstico, el patrón debe durar al menos 6 meses y debe traspasar los límites del mal comportamiento normal de la infancia.
El patrón de comportamientos debe ser diferente de los de otros niños de más o menos la misma edad y nivel de desarrollo. El comportamiento debe llevar a problemas significativos en la escuela o las actividades sociales.
Los niños con síntomas de este trastorno deben ser evaluados por parte de un psiquiatra o de un psicólogo. En los niños y adolescentes, las siguientes afecciones pueden causar problemas de comportamiento similares y deben ser consideradas como posibilidades:
El mejor tratamiento para el niño es hablar con un profesional en salud mental experto en terapia individual y posiblemente de familia. Los padres también deben aprender la forma de manejar el comportamiento del niño.
Los medicamentos también pueden servir, especialmente si los comportamientos se presentan como parte de otra afección, como depresión, psicosis infantil o trastorno de hiperactividad con déficit de atención.
Algunos niños responden bien al tratamiento, mientras que otros no.
En muchos casos, los niños con el trastorno de oposición desafiante crecen hasta tener un trastorno de conducta como adolescentes o adultos. En algunos casos, los niños pueden crecer hasta tener un trastorno de personalidad antisocial.
Consulte con el médico si tiene inquietudes acerca del desarrollo o comportamiento de su hijo.
Sea coherente con respecto a las reglas y consecuencias en el hogar. No aplique castigos muy severos o incongruentes.
Sirva de modelo de los comportamientos correctos para su hijo. El maltrato y el rechazo incrementan las posibilidades de que se presente este trastorno.
Steiner H, Remsing L, Work Group on Quality Issues. Practice parameter for the assessment and treatment of children and adolescents with oppositional defiant disorder. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2007;46:126-141.