Es una enfermedad que provoca la acumulación de líquido por debajo de la retina, la parte posterior del ojo interno que envía la información de la vista al cerebro. El líquido se filtra desde la capa de vasos sanguíneos que se encuentra por debajo de la retina, un área llamada coroides.
Retinopatía serosa central
La causa de esta afección se desconoce.
Los hombres resultan afectados con mayor frecuencia que las mujeres y la afección es más común alrededor de los 45 años, pero cualquier persona puede resultar afectada.
El estrés parece ser un factor de riesgo. Los estudios preliminares encontraron que las personas con personalidades agresivas "tipo A" que están bajo mucho estrés pueden ser más propensas a desarrollar retinopatía serosa central.
La afección también puede ocurrir como complicación del uso de medicamentos esteroides.
El médico puede diagnosticar la coroidopatía serosa central generalmente dilatando el ojo y realizando un examen ocular. La angiografía con fluoresceína confirma el diagnóstico.
Se puede hacer con un examen no traumático llamado tomografía de coherencia óptica (OCT, por sus siglas en inglés).
La mayoría de los casos se resuelven sin tratamiento en uno o dos meses. A los pacientes que presenten una fuga más grave y con mayor pérdida de visión o aquéllos en quienes la enfermedad dure más les puede servir el tratamiento con láser o la terapia fotodinámica para sellar la fuga e intentar restaurar la visión.
Los pacientes que estén utilizando medicamentos esteroides (por ejemplo, para tratar enfermedades autoinmunitarias) los deben descontinuar en lo posible. Cualquier cambio en el uso de un medicamento esteroide para estas afecciones tiene que hacerse bajo la supervisión de un médico.
La mayoría de los pacientes recupera una buena visión sin tratamiento, aunque a menudo no es tan buena como era antes de que se presentara la afección.
La enfermedad reaparece en aproximadamente la mitad de todos los pacientes y tiene un pronóstico igualmente bueno. En raras ocasiones, los pacientes desarrollan cicatrices permanentes que causan daño a la visión central.
Un número pequeño de pacientes presenta complicaciones con el tratamiento láser que trastornan la visión central, razón por la cual a la mayoría de los pacientes se les permite recuperarse sin tratamiento.
Consulte con el médico si su visión empeora.
No hay una forma de prevención conocida. Aunque existe una relación clara con el estrés, no hay ninguna evidencia de que la reducción de éste tenga algún beneficio en la prevención o tratamiento de la coroidopatía serosa central.
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