Es una prueba que busca anticuerpos que puedan fijarse a los glóbulos rojos y causar su destrucción prematura.
Prueba de antiglobulina directa; Prueba de antiglobulina indirecta
Se necesita una muestra de sangre. Para obtener información sobre la forma como se hace esto, ver el artículo: Venopunción.
No se requiere preparación especial para este examen.
Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre, algunas personas sienten un dolor moderado, mientras que otras sólo sienten un pinchazo o sensación punzante. Posteriormente, puede haber una sensación pulsátil o se puede presentar una contusión en el sitio donde se insertó la aguja.
Hay dos formas de realizar la prueba de Coombs:
La prueba de Coombs directa se utiliza para detectar anticuerpos que ya se han fijado a la superficie de los glóbulos rojos. Muchas enfermedades y fármacos (como quinidina, metildopa y procainamida) pueden causar esto. Estos anticuerpos algunas veces destruyen los glóbulos rojos y provocan anemia. El médico puede ordenar este examen si usted tiene signos o síntomas de anemia o ictericia.
La prueba de Coombs indirecta busca anticuerpos que fluyen libremente contra determinados glóbulos rojos. Casi siempre se hace para determinar si usted puede tener una reacción a una transfusión de sangre.
Un resultado normal significa que no hay agrupación (aglutinación) de células, indicando que usted no tiene anticuerpos para los glóbulos.
Los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Algunos laboratorios utilizan diferentes mediciones o analizan muestras diferentes. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.
Una prueba de Coombs directa anormal (positiva) significa que usted tiene anticuerpos que actúan contra sus glóbulos rojos, lo cual puede deberse a:
Esta prueba también puede ser anormal sin una causa clara, especialmente entre los ancianos.
Una prueba de Coombs indirecta anormal (positiva) significa que usted tiene anticuerpos que actuarán contra los glóbulos rojos que el cuerpo asume como extraños. Esto puede sugerir la presencia de:
Las venas y las arterias varían en tamaño de un paciente a otro y de un lado del cuerpo a otro; por esta razón, puede ser más difícil obtener una muestra de sangre de algunas personas que de otras.
Otros riesgos asociados con la extracción de sangre son leves, pero pueden ser:
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