Es un examen que mide la cantidad de amoníaco en una muestra de sangre.
Nivel de amoníaco
Se necesita una muestra de sangre. Para obtener información sobre la forma como se hace esto, ver el artículo: venopunción.
No consuma alimentos durante 8 a 12 horas antes del examen. El médico puede recomendarle que deje de tomar medicamentos que puedan afectar los resultados del mismo.
Los fármacos que pueden elevar falsamente el nivel de amoníaco son, entre otros: alcohol, acetazolamida, narcóticos y ácido valproico. Una alimentación rica en proteínas también puede elevar el nivel de amoníaco en la sangre. Hable con el médico antes de este examen si está tomando cualquiera de estos medicamentos.
Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre, algunas personas sienten un dolor moderado, mientras que otras sienten sólo un pinchazo o sensación de picadura. Posteriormente, puede haber algo de sensación pulsátil.
Este examen se puede llevar a cabo cuando usted tiene o se piensa que padece una afección que pueda causar acumulación tóxica de amoníaco. Se utiliza con mayor frecuencia para diagnosticar y vigilar la encefalopatía hepática, una hepatopatía severa.
El amoníaco (NH3+) es producido por células que se encuentran en todo el cuerpo, especialmente en los intestinos, el hígado y los riñones. La mayor parte del amoníaco producido en el organismo es utilizado por el hígado para producir urea. La urea también es un producto de desecho, pero es mucho menos tóxico que el amoníaco.
El amoníaco es especialmente tóxico para el cerebro y puede producir confusión, letargo y, algunas veces, coma.
El rango normal es de 15 a 45 microgramos por decilitro (mcg/dL).
Nota: los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.
Los ejemplos anteriores muestran las mediciones comunes para los resultados de estas pruebas. Algunos laboratorios usan diferentes medidas o podrían evaluar diferentes muestras.
Las afecciones que pueden incrementar los niveles de amoníaco son, entre otras:
Las venas y las arterias varían en tamaño de un paciente a otro y de un lado del cuerpo a otro, razón por la cual obtener una muestra de sangre de algunas personas puede ser más difícil que de otras.
Otros riesgos asociados con la extracción de sangre son leves, pero pueden ser:
Los pacientes con enfermedad hepática pueden tener problemas de coagulación. Después de la venopunción, se debe aplicar presión en el sitio de punción durante algunos minutos hasta garantizar que el sangrado se haya detenido.
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