Es una erupción vesicante y dolorosa debido al virus varicella-zoster, que ocasiona la varicela.
Ver también: síndrome de Ramsay Hunt
Herpes zóster o culebrilla
Después de que uno contrae varicela, el virus permanece inactivo (latente) en ciertos nervios del cuerpo. La culebrilla o zóster ocurre cuando el virus se reactiva en estos nervios después de muchos años.
La razón por la cual el virus se vuelve activo de nuevo no es clara. Con frecuencia, sólo se presenta un ataque.
El zóster se puede desarrollar en cualquier grupo de edad, pero uno tiene mayor probabilidad de desarrollar la afección si:
Si un adulto o un niño tienen contacto directo con la erupción por herpes zóster y no les dio varicela de niño o no recibieron la vacuna contra esta enfermedad, pueden desarrollar varicela y no zóster.
El primer síntoma generalmente es un dolor en un solo lado, hormigueo o ardor. El dolor y el ardor pueden ser intensos y generalmente se presentan antes de que aparezca cualquier erupción.
En la mayoría de las personas, se forman parches en la piel, seguidos de pequeñas ampollas.
Otros síntomas pueden abarcar:
Igualmente se puede presentar dolor, debilidad muscular y un salpullido que compromete diferentes partes de la cara si el zóster afecta a un nervio facial. Los síntomas pueden abarcar:
El médico puede hacer el diagnóstico al examinar la piel y hacer preguntas acerca de la historia clínica.
En muy pocas ocasiones se necesitan exámenes, pero éstos puede abarcar la toma de una muestra de piel para ver si está infectada con el virus que causa el herpes zóster.
Los exámenes de sangre pueden mostrar un aumento en los glóbulos blancos y anticuerpos contra el virus de la varicela, pero no pueden confirmar que la erupción se deba al zóster.
El médico puede prescribir un medicamento que combate el virus, llamado antiviral, el cual ayuda a disminuir el dolor, prevenir complicaciones y acortar el curso de la enfermedad. Se puede usar aciclovir, famciclovir y valaciclovir.
Los medicamentos deben comenzarse al cabo de 24 horas de sentir por primera vez el dolor o el ardor. Es mejor empezar a tomarlos antes de que aparezcan las ampollas. Por lo general, los medicamentos se suministran en forma de pastillas y en dosis altas. Es posible que algunas personas necesiten que se les administre el medicamento por vía intravenosa (IV).
Los medicamentos antinflamatorios fuertes llamados corticosteroides, como la prednisona, pueden emplearse para reducir la inflamación y el dolor. Estos fármacos no funcionan en todos los pacientes.
Otros medicamentos pueden abarcar:
Se pueden utilizar compresas húmedas y frías para reducir el dolor. Los baños calmantes y lociones, como los baños de avena coloidal, los baños de fécula o la loción de calamina, pueden ayudar a aliviar la picazón y la molestia.
Asimismo, se recomienda el reposo en cama hasta que baje la fiebre.
Se puede requerir permanecer alejado de las personas mientras las lesiones estén supurando para evitar infectar a quienes nunca han tenido varicela, especialmente las mujeres embarazadas.
El herpes zóster normalmente desaparece en dos o tres semanas y muy rara vez reaparece. Si el virus afecta los nervios que controlan el movimiento (nervios motores), se puede presentar debilidad o parálisis temporal o permanente.
Algunas veces, el dolor en el área donde ocurrió el zóster puede durar de meses a años, lo cual se denomina neuralgia posherpética.
La neuralgia posherpética es más probable que se presente en personas de más de 60 años y ocurre cuando los nervios han resultado dañados después de un brote de herpes zóster. El dolor va de leve a muy intenso.
Las complicaciones pueden abarcar:
Consulte con el médico si tiene síntomas de herpes zóster, particularmente si no tiene defensas o si los síntomas persisten o empeoran. El herpes zóster que afecta el ojo puede llevar a ceguera permanente si uno no recibe cuidados médicos urgentes.
Evite el contacto con salpullidos y ampollas de personas con herpes zóster o varicela si nunca ha sufrido de varicela o no ha recibido la vacuna contra esta enfermedad.
Hay disponibilidad de una vacuna contra el herpes zóster y es diferente de la vacuna contra la varicela. Los adultos mayores que reciben la vacuna contra el herpes zóster tienen menos probabilidad de tener complicaciones por esta enfermedad.
El Comité de Asesoría sobre Prácticas de Inmunización (United States Advisory Committee on Immunization Practices [ACIP por sus siglas en inglés]) de los Estados Unidos ha recomendado que los adultos mayores de 60 años reciban la vacuna contra el herpes zóster como parte de los cuidados médicos de rutina.
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