Los gliomas son tumores que crecen en varias partes del cerebro. Los gliomas ópticos pueden afectar:
Un glioma óptico también puede crecer junto con un glioma hipotalámico.
Glioma de los ojos; Glioma del nervio óptico; Astrocitoma pilocítico juvenil
Los gliomas ópticos son raros y su causa se desconoce. La mayoría de estos gliomas son de crecimiento lento y no cancerosos ( benignos), y ocurren en niños, casi siempre antes de los 20 años.
Existe además una fuerte asociación entre el glioma óptico y la neurofibromatosis tipo 1 (NF1).
Los síntomas se deben a que el tumor crece y presiona el nervio óptico y las estructuras adyacentes. Estos síntomas pueden abarcar:
El niño puede mostrar síntomas del síndrome diencefálico que abarca:
Un examen del cerebro y el sistema nervioso (neurológico) muestra pérdidas en la visión en uno o en ambos ojos. Puede haber cambios en el nervio óptico, como inflamación o cicatrización del nervio, o palidez y daño al disco óptico.
Se puede presentar extensión del tumor a sitios del cerebro más profundos. Asimismo, puede haber signos de aumento de presión dentro del cerebro (presión intracraneal), al igual que signos de neurofibromatosis 1 (NF1).
Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes:
El tratamiento varía de acuerdo con el tamaño del tumor y la salud general de la persona. El objetivo puede ser curar el trastorno, aliviar los síntomas o mejorar la visión y el bienestar.
La extirpación quirúrgica puede curar algunos gliomas ópticos. La extirpación parcial para reducir el volumen del tumor se puede hacer en muchos casos y esto impedirá que el tumor dañe tejido cerebral normal a su alrededor.
En algunos casos, se puede recomendar radioterapia cuando el tumor es más grande y la cirugía no es posible. En algunos casos, la radioterapia se puede retrasar, debido a que el tumor está creciendo lentamente.
Se pueden prescribir corticosteroides para reducir el edema y la inflamación durante la radioterapia o si los síntomas reaparecen.
La quimioterapia se puede emplear en algunos niños. Además, puede ser especialmente útil cuando el tumor se extiende al hipotálamo.
Para buscar organizaciones que brinden apoyo e información adicional, ver recursos para la ceguera.
El pronóstico es altamente variable, pero el tratamiento temprano mejora la posibilidad de que sea bueno. Muchos tumores son curables con cirugía, mientras otros reaparecen.
Normalmente, el crecimiento del tumor es muy lento y la afección permanece estable por largos períodos de tiempo. Sin embargo, en adultos y en algunos casos de niños, en donde hay compromiso del quiasma óptico, el tumor se comporta de manera agresiva.
Consulte con el médico en caso de cualquier pérdida de la visión, abultamiento indoloro en el ojo u otros síntomas de esta afección.
Para personas con neurofibromatosis-1, se puede recomendar la asesoría genética y la visita regular al oftalmólogo puede ayudar a hacer un diagnóstico temprano de estos tumores antes de que provoquen síntomas.
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