Es una bola de material extraño (usualmente pelo o fibra) ingerido que se acumula en el estómago y que no logra pasar a través del intestino.
Tricobezoar; Concreción de pelo
El hecho de masticar o comer cabello o materiales vellosos (o materiales difícilmente digeribles como bolsas plásticas) puede llevar a la formación de un bezoar. La tasa es muy baja y el riesgo es mayor entre los niños con retraso mental o alteraciones emocionales. Los bezoares se observan generalmente en mujeres entre los 10 y 19 años de edad.
Es posible que durante la palpación, el médico sienta una protuberancia en el abdomen del niño. Una esofagografía mostrará una masa en el estómago y, algunas veces, se puede utilizar un endoscopio para visualizar el bezoar directamente (endoscopia).
Es posible sea necesaria la extirpación quirúrgica del bezoar, especialmente si se trata de tricobezoares, los cuales tienden a ser de gran tamaño. En algunas ocasiones, los bezoares pequeños se pueden extraer a través del endoscopio que se introduce en la boca hasta el estómago (similar a un procedimiento de EGD). Luego, se debe seguir las medidas de prevención descritas.
Se espera una recuperación completa.
El vómito persistente puede ocasionar deshidratación.
La persona debe consultar con el médico si sospecha que su hijo tiene un bezoar.
Si un niño ha tenido un bezoar de cabellos en el pasado, se recomienda cortarle el cabello de forma que no pueda llevar sus puntas a la boca. Asimismo, mantener los materiales indigestos lejos de un niño que tenga la tendencia a llevarse objetos a la boca.
También hay que estar seguros de que el niño no tenga acceso a materiales vellosos o llenos de fibra.
Kelsen J, Liacouras CA. Foreign bodies and bezoars. In: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 19th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 326.