Es la cirugía para reparar una hernia umbilical. Una hernia umbilical es un saco (bolsa) formado del revestimiento interno del vientre (cavidad abdominal) que se abre camino a través de un agujero en la pared abdominal a nivel del ombligo.
Usted probablemente recibirá anestesia general (dormido y sin dolor) para esta cirugía. Si la hernia es pequeña, le pueden aplicar anestesia raquídea o de bloqueo epidural y un medicamento para relajarlo, con lo cual estará despierto pero sin dolor.
El cirujano hará una incisión quirúrgica bajo el ombligo.
La hernia umbilical también se puede reparar usando un laparoscopio, un tubo delgado y con luz que le permite al médico ver dentro del abdomen. El laparoscopio se introducirá a través de una de las incisiones y los instrumentos se insertarán a través de los otros cortes.
Las hernias umbilicales son bastante comunes. Una hernia al momento de nacer empujará el ombligo hacia afuera. Es más visible cuando el bebé llora debido a que la presión ocasionada por el llanto la hace protruir más.
En los bebés, el defecto normalmente no se trata con cirugía. La mayoría de las veces, la hernia umbilical se encoge y se cierra por sí misma cuando su hijo llega a los 3 o 4 años de edad.
La reparación de la hernia umbilical puede ser necesaria en los niños por las siguientes razones:
Adultos:
Las hernias umbilicales son bastante comunes en los adultos. Se observan más en las personas con sobrepeso y en las mujeres, sobre todo después del embarazo. Estas hernias tienden a aumentar de tamaño con el tiempo.
Las hernias más pequeñas que no presenten síntomas se pueden vigilar algunas veces. La cirugía puede ofrecer riesgos mayores para pacientes con problemas médicos graves.
Sin la cirugía, existe el riesgo de que algún pedazo de tejido adiposo o una parte del intestino se atasque (encarcelación) en la hernia y que resulte imposible reintroducirlos. Esto por lo regular es doloroso. Si el riego sanguíneo a este área está suspendido (estrangulación), se necesita una cirugía urgente. Usted puede experimentar náuseas o vómitos y el área protuberante puede tornarse de color azul o de un color más oscuro.
Para evitar este problema, los cirujanos a menudo recomiendan reparar la hernia umbilical en los adultos. La cirugía también se emplea para hernias que se están volviendo más grandes o que son dolorosas. La operación asegura el tejido de la pared abdominal debilitado (fascia) y cierra cualquier agujero.
Consiga ayuda médica inmediata si tiene una hernia que no reduce su tamaño cuando está acostado o que no puede reintroducirse nuevamente.
Los riesgos de la cirugía para la hernia umbilical por lo regular son muy bajos, a menos que el paciente también tenga otros problemas médicos serios.
Los riesgos de cualquier anestesia son:
El cirujano o el anestesiólogo lo examinarán y darán instrucciones para usted o su hijo.
Un anestesiólogo analizará la historia clínica suya o la de su hijo para determinar la cantidad correcta y el tipo de anestesia a usar. A usted o a su hijo les pueden solicitar que dejen de comer y beber 6 horas antes de la cirugía. No se olvide de comentarle al médico o al personal de enfermería acerca de cualquier medicamento que esté tomando, alergias o antecedentes de problemas de sangrado.
Varios días antes de la cirugía, le pueden pedir que deje de tomar:
La mayoría de las reparaciones de hernias umbilicales se hacen de manera ambulatoria, lo cual significa que usted probablemente regresará a su casa el mismo día. Algunas reparaciones pueden requerir una corta hospitalización si la hernia es muy grande.
Después de la cirugía, el médico y la enfermera vigilarán sus signos vitales (pulso, presión arterial y respiración). Usted permanecerá en el área de recuperación hasta que se estabilice. El médico le recetará analgésicos si usted los necesita.
El médico o la enfermera le mostrarán cómo cuidar de su incisión o la de su hijo en la casa. Usted o su hijo deben ser capaces de realizar todas sus actividades normales en 2 a 4 semanas.
Siempre existe una posibilidad de que la hernia pueda reaparecer. Sin embargo, para pacientes saludables, este riesgo es muy bajo.
Warner BW. Pediatric surgery. In: Townsend CM, Beauchamp RD, Evers BM, Mattox KL, eds. Sabiston Textbook of Surgery. 18th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 71.