Las células T son un tipo de glóbulos blancos, llamados linfocitos, que componen parte del sistema inmunitario. Estas células ayudan al cuerpo a combatir enfermedades o sustancias dañinas.
Se puede hacer un examen para medir el número de células T en la sangre.
Conteo de linfocitos derivados del timo; Conteo de linfocitos T
Se necesita una muestra de sangre. Para obtener información sobre la forma como se hace esto, ver el artículo: venopunción .
En el laboratorio, los glóbulos blancos (incluyendo las células T) se separan de las otras células sanguíneas restantes. A la muestra se le añade un tinte u otra sustancia que "etiquete" las células para ayudar a identificar cuáles tipos de glóbulos blancos están presentes.
No es necesaria ninguna preparación especial para este examen.
Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre, algunas personas sienten un dolor moderado, mientras que otras sólo sienten un pinchazo o sensación de picadura. Posteriormente, puede haber algo de sensación pulsátil.
El médico puede ordenar este examen si usted tiene signos de un trastorno de inmunodeficiencia o una enfermedad de los ganglios linfáticos. También se puede utilizar para controlar la forma como está funcionando la terapia para estos tipos de enfermedades.
Los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Algunos laboratorios utilizan diferentes mediciones o analizan muestras diferentes. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.
Los niveles de células T superiores a los normales pueden deberse a:
Los niveles de células T inferiores a los normales pueden deberse a:
Los riesgos asociados con la toma de una muestra de sangre son leves:
Nota: este examen a menudo se lleva a cabo en personas con sistemas inmunitarios alterados. Por lo tanto, el riesgo de infección puede ser ligeramente mayor que cuando se le extrae sangre a una persona con un sistema inmunitario normal.
Los siguientes factores pueden afectar los resultados del examen: