Este examen mide la cantidad de sulfato de deshidroepinadrosterona (DHEA) en la sangre. El sulfato de deshidroepinadrosterona es una hormona masculina débil (andrógeno) producida por la glándula suprarrenal tanto en hombres como en mujeres.
Sulfato de DHEA sérico; Examen del sulfato de deshidroepinadrosterona; DHEA en suero
Se necesita una muestra de sangre. Para obtener información sobre la forma en que se hace esto, ver el artículo: venopunción.
No se necesita preparación especial para este examen. Sin embargo, coméntele al médico si está tomando cualquier tipo de vitaminas o suplementos que contengan deshidroepiandrosterona (DHEA) o el sulfato de ésta.
Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre, algunas personas sienten un dolor moderado, mientras que otras sólo sienten un pinchazo o sensación de picadura. Posteriormente, puede haber algo de sensación pulsátil.
Este examen se realiza para evaluar el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, una de las mayores fuentes de andrógenos en las mujeres.
El examen del sulfato de deshidroepiandrosterona generalmente se hace en mujeres que tienen características corporales masculinas (virilismo) o crecimiento excesivo de vello (hirsutismo). También se hace en niños que están madurando muy tempranamente (pubertad precoz).
Los niveles sanguíneos normales para el sulfato de deshidroepiandrosterona pueden variar de acuerdo con el sexo y la edad.
Los rangos normales típicos para mujeres son:
Los rangos normales típicos para hombres son:
Nota: ug/dL = microgramo por decilitro.
Los ejemplos anteriores muestran las mediciones comunes para los resultados de estas pruebas. Los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre laboratorios. Algunos laboratorios usan diferentes medidas o pueden evaluar distintas muestras. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.
Un aumento en el sulfato de deshidroepiandrosterona (DHEA) puede deberse a:
Las venas y las arterias varían en tamaño de un paciente a otro y de un lado del cuerpo a otro; por esta razón, puede ser más difícil obtener una muestra de sangre de algunas personas que de otras.
Otros riesgos asociados con la extracción de sangre son leves, pero pueden ser: