Es un tumor hipofisario no canceroso que produce una hormona llamada prolactina. Esto ocasiona la presencia de demasiada prolactina en la sangre.
Prolactinoma en las mujeres; Adenoma secretante; Adenoma hipofisario secretor de prolactina
La prolactina es una hormona que activa las mamas para producir leche (lactancia).
El prolactinoma es el tipo más común de tumor hipofisario (adenoma): representa por lo menos el 30% de todos los adenomas de la hipófisis. Casi todos los tumores hipofisarios no son cancerosos (benignos). Un prolactinoma se puede presentar como parte de un trastorno hereditario llamado neoplasia endocrina múltiple tipo 1 (NEM 1).
Los prolactinomas ocurren con mayor frecuencia en personas menores de 40 años. Estos tumores son más o menos cinco veces más comunes en mujeres que en hombres, pero son infrecuentes en los niños.
Por lo menos la mitad de todos los prolactinomas son muy pequeños (menos de 1 cm o 3/8 de una pulgada en diámetro). Estos microprolactinomas son más comunes en las mujeres. Muchos de los tumores pequeños permanecen de ese tamaño y nunca crecen.
Los tumores más grandes, llamados macroprolactinomas, son más comunes en los hombres. En ellos tienden a ocurrir a una edad avanzada y pueden crecer hasta un tamaño grande antes de que aparezca algún síntoma.
En las mujeres:
En los hombres:
Los síntomas causados por presión de un tumor más grande pueden abarcar:
Nota: es posible que no se presenten síntomas, particularmente en los hombres.
No toda persona necesita tratamiento para un prolactinoma.
Los medicamentos generalmente son eficaces para tratar los prolactinomas. La cirugía se lleva a cabo en algunos casos donde el tumor puede dañar la visión.
En las mujeres, el tratamiento puede mejorar:
El tratamiento se debe implementar en los hombres cuando tienen:
Los prolactinomas grandes generalmente se tienen que tratar para prevenir la pérdida de la visión.
La bromocriptina y la cabergolina son fármacos que reducen los niveles de prolactina tanto en hombres como en mujeres. Algunas personas los tienen que tomar de por vida, pero algunas pueden dejar de tomarlos, especialmente si el tumor ha desaparecido de la resonancia magnética. Sin embargo, si usted suspende el fármaco, hay un riesgo de que el tumor pueda crecer y producir prolactina de nuevo, en especial si es un tumor grande.
La mayoría de las personas responden bien a estos fármacos, aunque los prolactinomas grandes son más difíciles de tratar. Ambos fármacos pueden causar vértigo y malestar estomacal.
La radioterapia generalmente sólo se emplea en pacientes que presentan un prolactinoma que continúa o empeora después de tratarlo tanto con fármacos como con cirugía. Se puede administrar en forma de:
El pronóstico depende del éxito de la terapia médica o de la cirugía. Es importante hacer exámenes para verificar si el tumor ha reaparecido después del tratamiento.
El tratamiento del prolactinoma puede cambiar los niveles de otras hormonas en el cuerpo, especialmente si se realiza la cirugía.
Los altos niveles de estrógeno o testosterona pueden estar involucrados en el crecimiento de un prolactinoma. A las mujeres con prolactinoma se les debe hacer un seguimiento cuidadoso durante el embarazo y deben hablar respecto a este tumor con su médico antes de tomar píldoras anticonceptivas.
Acuda al médico si tiene algún síntoma de prolactinoma.
Si ha tenido un prolactinoma en el pasado, consulte con el médico para un control general o si los síntomas reaparecen.
Melmed S, Kleinberg D. Pituitary masses and tumors. In: Kronenberg HM, Melmed S, Polonsky KS, Larsen PR, eds. Williams Textbook of Endocrinology. 12th ed. Philadelphia, PA: Saunders Elsevier; 2011:chap 9.