Es una necesidad fuerte y repentina de orinar debido a espasmos o contracciones de la vejiga.
Vejiga hiperreactiva; Inestabilidad del detrusor; Hiperreflexia del detrusor; Vejiga irritable; Vejiga espasmódica; Vejiga inestable; Incontinencia con tenesmo; Espasmos vesicales
Para retener la orina, las vías urinarias inferiores y el sistema nervioso tienen que funcionar de manera apropiada. Usted también debe ser capaz de sentir y responder a la necesidad imperiosa de orinar.
Para que la vejiga se llene y almacene la orina, el músculo del esfínter (que controla la salida de orina fuera del cuerpo) y el músculo de la pared vesical (detrusor) deben estar trabajando.
El proceso de micción consta de dos fases:
Durante la fase de llenado y almacenamiento, la vejiga se expande de manera que pueda almacenar más orina. La vejiga de una persona promedio puede contener de 350 a 550 ml de orina. La mayoría de las personas sentirán que tienen necesidad de orinar cuando hay aproximadamente 200 ml de orina en la vejiga.
El sistema nervioso le avisa a usted sobre la necesidad de orinar y también permite que la vejiga continúe llenándose.
Durante la fase de vaciado, el músculo detrusor se tiene que contraer, forzando la salida de orina de la vejiga. Al mismo tiempo, el músculo del esfínter tiene que relajarse de tal manera que la orina pueda salir del cuerpo.
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La vejiga de un bebé se contrae de forma automática cuando se ha acumulado cierta cantidad de orina en la vejiga. A medida que el niño crece y aprende a controlar la micción, parte del cerebro (corteza cerebral) ayuda a impedir las contracciones del músculo de la vejiga. Esto permite retardar la micción hasta cuando la persona esté lista para usar el baño.
La vejiga se puede contraer con demasiada frecuencia por problemas en el sistema nervioso (neurológicos) o irritación vesical.
INCONTINENCIA IMPERIOSA
Con la incontinencia imperiosa, usted presenta fuga o escape de orina, debido a que los músculos de la vejiga se contraen en momentos equivocados. A menudo, estas contracciones suceden sin importar la cantidad de orina que haya en la vejiga.
La incontinencia imperiosa puede resultar de:
En los hombres, la incontinencia imperiosa también puede deberse a:
En la mayoría de los casos de incontinencia imperiosa, no se puede encontrar ninguna causa.
Aunque la incontinencia imperiosa puede presentarse en cualquier persona a cualquier edad, es más común en las mujeres y en las personas de edad avanzada.
Durante un examen físico, el médico observará el abdomen y el recto. A las mujeres se les practicará un examen pélvico y a los hombres un examen genital. En la mayoría de los casos, el examen físico no revelará nada anormal.
Si se presentan causas relacionadas con el sistema nervioso (neurológicas), se pueden encontrar otros problemas.
Entre los exámenes que se pueden realizar se encuentran:
La elección de un tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y de qué tanto interfieren con su estilo de vida. Existen tres grandes categorías de tratamiento para la incontinencia imperiosa: medicamentos, readaptación y cirugía.
Ver también: Cuando se tiene incontinencia urinaria.
MEDICAMENTOS:
Si se encuentran evidencias de una infección en un urocultivo, el médico prescribirá antibióticos.
DIETA
Tome mucha agua:
Algunos expertos recomiendan controlar la cantidad de líquido que usted toma y usar otras terapias para el manejo de la incontinencia imperiosa. El objetivo de este programa es beber un poco de líquidos cada vez a lo largo de todo el día, de manera tal que la vejiga no tenga necesidad de manejar un gran volumen de orina de una sola vez.
No tome grandes cantidades de líquido con las comidas. Tome menos de 236 ml (8 onzas) por vez. Tome pequeños sorbos de líquidos entre comidas y deje de tomar líquido aproximadamente dos horas antes de acostarse. Evite las bebidas carbonatadas.
Igualmente, puede ser útil eliminar alimentos que puedan irritar la vejiga como:
REEDUCACIÓN VESICAL
El manejo de la incontinencia imperiosa, por lo general, comienza con un programa de reeducación vesical. Algunas veces, la estimulación eléctrica y la terapia de biorretroalimentación pueden emplearse junto con la reeducación vesical.
Durante la reeducación vesical, usted se hace consciente de patrones de los episodios de incontinencia y luego aprende de nuevo las destrezas necesarias para contener y liberar la orina.
En la reeducación vesical, usted establece un horario de las horas en que debe tratar de orinar. Usted trata de refrenar la micción entre estos momentos.
Un método es forzarse a sí mismo a esperar de una hora a hora y media entre las idas al baño, incluso si tiene escapes de orina o ganas de orinar durante estos momentos. A medida que usted va mejorando en la espera, incremente gradualmente el tiempo en media hora, hasta que esté orinando cada tres a cuatro horas.
LOS EJERCICIOS DE KEGEL
Los ejercicios de entrenamiento del músculo pélvico, llamados ejercicios de Kegel, se emplean principalmente para tratar a las personas con incontinencia urinaria de esfuerzo. Sin embargo, estos ejercicios también pueden ayudar a aliviar los síntomas de la incontinencia imperiosa.
La idea detrás de los ejercicios de Kegel es fortalecer los músculos del piso pélvico para mejorar el funcionamiento del esfínter uretral. Para que estos ejercicios funcionen, será necesario usar la técnica apropiada y el estricto cumplimiento de un programa regular de ejercicios.
Otro método es emplear conos vaginales para fortalecer los músculos del piso pélvico. El cono vaginal es un dispositivo con un cierto peso que se introduce en la vagina. Usted aprieta los músculos del piso pélvico para retener el dispositivo en su lugar. Contiene los músculos hasta por 15 minutos, dos veces al día. Al cabo de cuatro a seis semanas, alrededor del 70% de las mujeres que ensayan este método tienen alguna mejoría en los síntomas.
BIORRETROALIMENTACIÓN Y ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA
La biorretroalimentación y la estimulación eléctrica pueden ayudar a encontrar el grupo correcto de músculos a trabajar, para constatar que usted esté realizando los ejercicios de Kegel en forma correcta.
Algunos terapeutas colocan un sensor en la vagina (para las mujeres) o en el ano (para los hombres) para que puedan decir cuándo están apretando los músculos del piso pélvico. Un monitor desplegará una gráfica mostrando cuáles músculos se están contrayendo y cuáles están en reposo. El terapeuta puede ayudarle a encontrar los músculos correctos para realizar los ejercicios de Kegel.
La estimulación eléctrica usa una corriente eléctrica de bajo voltaje para estimular el grupo correcto de músculos. La corriente se puede aplicar utilizando una sonda anal o vaginal. La terapia de estimulación eléctrica puede realizarse en la clínica o en la casa. Las sesiones de tratamiento generalmente duran 20 minutos y se pueden realizar cada uno a cuatro días.
CIRUGÍA
La cirugía puede incrementar el almacenamiento de la vejiga y disminuir la presión en su interior. La cirugía sólo se utiliza para pacientes que estén gravemente afectados por su incontinencia y que tengan demasiadas contracciones y no puedan almacenar mucha orina.
La cistoplastia de aumento es el procedimiento quirúrgico utilizado con más frecuencia para la incontinencia imperiosa grave. En esta cirugía, se le agrega un segmento del intestino a la vejiga con el fin de aumentar su tamaño y permitir que almacene más orina.
Las posibles complicaciones abarcan:
Existe el riesgo de formación de conductos anormales en forma de tubo (fístulas urinarias), los cuales pueden ocasionar flujo urinario anormal, infección urinaria y dificultad para orinar. La cistoplastia de aumento también está asociada con un riesgo ligeramente mayor de desarrollo de tumores.
La estimulación del nervio sacro es un nuevo tipo de cirugía en la que se utiliza una unidad implantada para enviar pequeños pulsos eléctricos al nervio sacro. Los pulsos eléctricos pueden ajustarse a los síntomas.
ACTIVIDAD
Las personas con incontinencia imperiosa pueden descubrir que les ayuda el hecho de evitar las actividades que irritan la uretra y la vejiga, como tomar baños de espuma o usar jabones cáusticos en el área genital.
CONTROL
La incontinencia urinaria es un problema prolongado (crónico). Aunque usted se puede considerar curado por medio del tratamiento, siga acudiendo al médico para evaluar el progreso y monitorear en caso de posibles complicaciones del tratamiento.
El pronóstico depende de los síntomas, del diagnóstico y del tratamiento. Muchos pacientes tienen que intentar diferentes tratamientos (algunos al mismo tiempo) para reducir los síntomas.
No es usual que las personas mejoren instantáneamente. Usted tendrá que ser paciente para ver un mejoramiento. Un pequeño número de pacientes requiere cirugía para controlar los síntomas.
Las complicaciones físicas son poco comunes. Sin embargo, se pueden presentar problemas psicosociales si usted no puede ir al baño cuando siente ganas.
Solicite una cita con el médico si:
Comenzar las técnicas de readaptación de la vejiga de manera temprana puede ayudar a reducir los síntomas.
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