Es un trastorno cerebral debido a la deficiencia de tiamina.
Psicosis de Korsakoff; Encefalopatía Alcohólica; Enfermedad de Wernicke
Se cree que la encefalopatía de Wernicke y el síndrome de Korsakoff son afecciones diferentes que se deben ambas al daño cerebral causado por la falta de vitamina B1 (tiamina).
La falta de vitamina B1 es común en personas que sufren de alcoholismo. También es común en personas cuyos cuerpos no absorben los alimentos apropiadamente (malabsorción), como ocurre algunas veces después de una cirugía para la obesidad.
El síndrome o psicosis de Korsakoff tiende a desarrollarse a medida que desaparecen los síntomas del síndrome de Wernicke. La encefalopatía de Wernicke causa daño cerebral en partes bajas del cerebro llamadas el tálamo y el hipotálamo. La psicosis de Korsakoff resulta del daño a áreas del cerebro involucradas con la memoria.
Síntomas de la encefalopatía de Wernicke:
Síntomas del síndrome de Korsakoff
Nota: también puede haber síntomas de abstinencia alcohólica.
El examen del sistema nervioso y muscular puede mostrar daño a múltiples sistemas nerviosos:
La persona puede parecer desnutrida. Los siguientes exámenes se utilizan para verificar el nivel nutricional de la persona:
Los niveles de alcohol en la orina o la sangre y las enzimas hepáticas pueden estar altos en personas con antecedentes de consumo de alcohol en forma crónica.
Otras afecciones crónicas que pueden causar una deficiencia de tiamina son, entre otras, las siguientes:
Una resonancia magnética del cerebro puede mostrar cambios en el tejido cerebral, pero si se sospecha el síndrome de Wernicke-Korsakoff, el tratamiento se debe iniciar inmediatamente. Generalmente no se necesita una resonancia magnética del cerebro.
Los objetivos del tratamiento son controlar los síntomas en la medida de lo posible y evitar el empeoramiento de la enfermedad. Algunas personas pueden necesitar hospitalización a comienzos de la afección para ayudar a controlar los síntomas.
Puede requerirse la vigilancia y cuidado apropiado de la enfermedad si la persona está:
La tiamina (vitamina B1) se puede suministrar a través de una inyección intravenosa o intramuscular o por vía oral. Ésta puede mejorar los síntomas de:
La tiamina generalmente no mejora la pérdida de la memoria y la capacidad intelectual que ocurre con la psicosis de Korsakoff.
La suspensión del consumo de alcohol puede prevenir la pérdida adicional de las funciones cerebrales y el daño a los nervios. Consumir una dieta nutritiva y bien balanceada puede ayudar, pero no es un sustituto para dejar el consumo de alcohol.
El estrés de padecer una enfermedad con frecuencia se puede mitigar uniéndose a un grupo de apoyo donde los miembros comparten experiencias y problemas en común. Ver grupo de apoyo para el alcoholismo.
Sin tratamiento, el síndrome de Wernicke Korsakoff empeora constantemente y es potencialmente mortal. Con tratamiento, los síntomas como la falta de coordinación y las dificultades visuales se pueden controlar, así como disminuir o impedir que la enfermedad empeore.
Algunos síntomas, particularmente la pérdida de memoria y de las destrezas cognitivas, pueden ser permanentes. También se pueden presentar otros trastornos relacionados con el consumo excesivo del alcohol.
En las personas que están en riesgo, la encefalopatía de Wernicke puede ser causada por la carga de carbohidratos o la infusión de glucosa. Los suplementos de tiamina siempre deben suministrarse antes que la infusión de glucosa para prevenir esto.
Llame al médico o acuda a la sala de urgencias si presenta síntomas del síndrome de Wernicke Korsakoff o si le han diagnosticado la afección y los síntomas empeoran o reaparecen.
No tomar alcohol o tomarlo en forma moderada y nutrirse lo suficiente reduce el riesgo de sufrir el síndrome de Wernicke-Korsakoff. Si un bebedor empedernido no deja de tomar, los suplementos de tiamina y una buena alimentación pueden reducir la posibilidad de contraer esta afección, pero no eliminan el riesgo.
Brust JCM. Nutrition and alcohol-related neurologic disorders. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 443.